|
|
福娘童話集 > きょうの日本昔話 > 3月の日本昔話 > タヌキの糸車
3月3日の日本の昔話
La carreta hiladora del tejón
・日本語 ・日本語&中国語 ・日本語&スペイン語
・スペイン語 ・日本語&客家語
Había una vez, una pareja de esposos que vivía en la montaña profunda.
El marido era leñador que elaboraba carbón de los árboles que cortaba, mientras que la mujer hilaba.
Por las tardes en que el leñador se ausentaba de casa por el trabajo, un tejón se aparecía de tanto en tato y hacía travezuras comiéndose los alimentos y ensuciando toda la cocina.
La pareja tomó medidas colocando sobre la tapa de las ollas unas piedras grandes de modo que el tejón no pudiera acceder a la comida.
Pese a ello, el tejón se aparecía por las noches y frente a la casa golpeando su panza cual tambor bailaba a su ritmo y hacía mucha bulla.
El leñador, disgustado porque no podía dormir, dijo: “Ya verás!, te colocaré una trampa y te atraparé!”.
Varios días después, una noche de bella luna, cuando la esposa estuvo dando vueltas a la carreta hiladora,
pudo ver por una ranura entreabierta del SHOJI (puerta corrediza de marcos de madera y cobetura de papel) los ojillos negros del tejón moviéndose en círculo.
El tejón, imitándola, hacía movimientos imaginando dar vueltas a la carreta hiladora.
“¡Qué lindo tejón!”.
El tejón causó mucha alegía a la esposa del leñador.
Y, una noche después de varios días, se oyó:
“gyan, gyan”
El llanto del tejón en la colina trasera
Cuando la esposa del leñador fue a ver qué ocurría, encontró a aquél tejón colgado de un árbol.
“Pobrecillo, caíste en la trampa que puso mi marido”.
La mujer lo soltó de la trampa diciéndole: “Si no pones cuidado, mi marido hará de tí, un caldo de tejón”.
El tejón sintiéndose a salvo, agachó muchas veces la cabeza en gesto de agradecimiento y regresó al bosque, volviendo muchas veces la cabeza hacia ella.
Durante el invierno en que el frío recurdece, los esposos bajan a las faldasde la montaña y viven en una pequeña casita.
La esposa, recordaba al tejón de vez en cuando mirando hacia la montaña y pensando: (¿qué será de aquel tejón?)
Llegó la primavera y la pareja nuevamente volvió a la casa de la montaña.
”¡Eh!”,al entrar a la casa, la esposa se sorprendió.
La carreta hiladora que suponía estaría totalmente empolvada, estaba brillosamente lustrada y al lado de la carreta, había una pila de hilos blancos devanados.
Cuando la mujer miraba embobada diciendo “Qué misterioso”,
El marido dijo: “no sigas parada ahí, empieza a limpiar la casa” y se fue a mirar el horno para la fabricación del carbón.
Cuando la señora estuvo cocinando el arroz, una vez que terminó con la limpieza, empezó a sentir el sonido de la carreta dando vueltas.
La mujer miró con cuidado hacia la sala y contuvo la respiración.
“Es el tejón”
En qué momento habría llegado, que, el tejon estaba devanando los hijos dándole vueltas a la carreta con mucha habilidad.
Kiii, kara-kara.
.Kiii, Kara-kara.
La mujer estuvo admirada sin emitir voz.
El tejón, una vez terminado de devanar un atado, los sacaba de la carreta y los apilaba ordenadamente tal como la vió hacer a ella.
Luego el tejón, con expresión de satisfacción en la cara, miró al rededor.
Cuando se topó con la mirada de la dueña de casa, hizo una reverencia con júbilo y se volvió al bosque.
La dueña de casa murumuró: “ah mi querido tejón, gracias, este año gracias a tí estaré aliviada de trabajo”,
Y le hizo un largo adiós al tejón que le pagó con creces el haberlo liberado de la trampa.
Fin (Colorín colorado este cuento terminó)
Traducción al español: Keiko Tanahara
|
|
|